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Full text of "Julio Casal Munoz 1963 Poemas Del Atardecer"

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JULIO CASAL MUÑOZ 



¡POEMAS IDEE 
ATARDECER 


BIBLIOTECA ALFAR 
1963 





Julio Casal Muñoz, nació en La 
Coruña, España, 1917. Cursó estudios 
en la Universidad de Montevideo, 
abandona la Facultad de Medicina pa¬ 
ra dedicarse a la docencia. Es Pro¬ 
fesor titular de Filosofía y Psicolo¬ 
gía en los Institutos Normales y en 
el Instituto Técnico de la Federa¬ 
ción sudamericana de ' Asociaciones 
Cristianas. Ha formado parte del Con¬ 
sejo directivo de esta Institución y 
la Presidencia de la Asociación de Pro¬ 
fesores Normal'stas del Uruguay. Ha 
•trabajado en diversas instituciones cul¬ 
turales, dictado cursos y conferencias 
y organizado Mesas redondas de Fi¬ 
losofía y Seminarios auspiciados 'por 
la UNESCO. Como escritor ha desa¬ 
rrollado una fecunda labor como filó¬ 
sofo y poeta. 

ALGUNOS JUICIOS SOBRE SU OBRA 

ALFONSO REYES saluda atenta¬ 
mente a Jul'o Casal Muñoz y le agra¬ 
dece su magnífico Heráclito, por el 
cual lo felicita cordialmente. 

México, 19 - IV - 1959 

De FRANCISCO ROMERO. — Me 
es muy grato acusarle recibo de su 
libro sobré Heráclito. Muy agradeci¬ 
do por el amable envío y la honrosa 
dedicatoria. Saludo a usted con mi 
más alta estima y cordiales senti¬ 
mientos de colega. 

Buenos Aires, 13 - feb. 1959 

Ser y Muerte, el muy notable ensayo 
filosófico de Julio Casal Muñoz. 

JORGE GUILLEN 

Está Ud. heroicamente en la brega 
del es'píritu, entregado a su vocación 
de pensar; lo veo y admiro trabajar 
con ahinco, en soledad y dedicación 
ejemplares. 

JUVENAL ORTIZ SARALEGUI 

Las páginas que Ud. ha escrito agre¬ 
gan las tonalidades más delicadas de 
lo poético, ¿le la comprensión lírica, 
nota muy suya de analista estético y 
filosófico. Enlazan en un mundo má- 



POEMAS DEL ATARDECER 


Al Dr. Héctor Garbarino 



OBRAS DEL AUTOR 


LA EXPRESION INMOVIL. Poemas en prosa y 
verso. — Premio Ministerio de Instrucción Públi¬ 
ca — 1946. 

FILOSOFIA GRIEGA. — FILOSOFIA CRISTIA¬ 
NA. — 1948-1949. Trabajos docentes para ense¬ 
ñanza secundaria y normal. 

MEMORIA VIVA. Poesía y ensayos psicológicos. — 
1949. 

SER Y MUERTE. Ensayo filosófico. — Premio Mi¬ 
nisterio de Instrucción Pública. — 1950. 

POETICA DE LO ABSOLUTO. Ensayos filosófi¬ 
cos. — 1952. 

Fundamentos filosóficos de la democracia. Trascenden¬ 
cia de Vaz Ferreira. Crisis del espíritu. — Confe¬ 
rencias publicadas en folletos. — 1955. 

MEDITACIONES Y RECUERDOS. Sobre Julio J. 
Casal. — 1955. 

HERACLITO Y EL PENSAMIENTO METAFI- 
SICO. Ensayo de investigación filosófica. — 1958. 

POEMAS DEL ATARDECER. Poesías. — 1963. 

★ 


2 — 



JULIO CASAL MUÑOZ 


POEMAS DEL 
ATARDECER 


★ 


MONTEVIDEO (Uruguay) 
TIPOGRAFIA ATLANTIDA — CUAREIM 1070 

1963 



El grabado de la portada es un fragmento de 
un relierve tallado en piedra ¡gris pizarra oscura. 
Pertenece al arte primitivo de la cultura CHA¬ 
VEN una de las más antiguas de la América 
Preincaica. De la zona de Huantar, Perú. 
Representa una deidad con cabeza de cóndor 
y dientes de jaguar. 

Existente en el Museo de Etnología de Bavie- 
ra, Munich, Alemania. 


Derechos reservados. Es propiedad. 
Copyright Iby Julio Casal iMuñoz. 


Printed un Uruguay ■— Impreso en Uruguay 



ANGUSTIAS DEL SILENCIO 


“El resto es silencio” 
SHAKESPEARE, Hamlet, acto V, esc. 2. 






CANTO DEL PROFUNDO SUFRIR 


Por mis mejillas corren lágrimas asombradas. 

En la alborada he visto la muerte de una estrella, 
un ave junta hojas, va a construir un nido 
mientras que otra yace por siempre 
entre la hierba. 

¿Qué extraño signo ordena fatalmente las cosas? 
¿Por qué las rocas viven su quietud milenaria 
cuando mueren las rosas ? 

Por mi espíritu libre, vagan luces de astros 
que dan sombra a mi frente. 

Hoy siento el llanto inmenso de todo lo existente. 

Y puedo sufrir 

con los llantos del mar y la tristeza del viento, 
el dolor de ésta flor muriendo entre tus dedos, 
y la angustia en silencio 

de los pueblos que sufren un largo cautiverio, 

de los que tienen hambre 

de libertad su espíritu y de pan su cuerpo. 

Hoy siento el llanto inmenso de todo lo existente. 

Y puedo sufrir 
este profundo dolor 
de todo el Universo. 



ESTA NOCHE EN SU FUEGO 


Esta tierra que aún forma carne viva 
no quiere desprenderse hacia la nada. 

Sólo libre en la muerte 
el espíritu mira, sus ojos infinitos 
hundidos en el más allá. 

El ser pleno del hombre 

la raíz angustiada. Mis ojos en el cielo 

un incendio de flautas. 

Lejanos violines percibe mi alma 
entre luces y sombras 
de la noche estrellada. 

Y el astro blanco, inmóvil, 

aquel de los poetas 

ilumina mi rostro con su temblor 

de alas, esta noche en su fuego, 

hoy siento dentro mío, lo mismo que en los astros 

esa lucha perenne: 

La eternidad y la nada. 


★ 



SONETO A LA MUERTE 


Huyo muerte de ti para encontrarte. 

Si despierto te busco pensativo, 
en la noche me inunda un terror vivo 
cual rito extraño de un antiguo arte. 

Oh! luz profunda que supiera hallarte 
ardiendo entre tus brazos redivivo, 
aguas serenas enviaré a tu arribo 
!Si yo pudiera para siempre amarte!' 

Mis abismos no pueden ya negarte 
—entre el verde y azul de mis estíos— 
Amores llevan todos mis navios. 

Por escapar de ti vuelvo a evocarte. 

Oh! muerte que circundas lares míos 
respondes a mi fuego con tus ríos. 


★ 



LOS INSTANTES PLENOS 


Hay instantes supremos en los cuales 
la quietud de los tiempos 
se eterniza. . . 

Entonces, es posible contemplar 
la brisa entre las copas de los árboles, 
la muerte entre las sombras de los ríos, 
el amor junto a los labios de la amada. 
Y el dolor infinito 
de haber nacido, sin pedirlo. 



LA FUENTE DEL SILENCIO 


Inclinado más allá de los días 
perdida entre las nubes la mirada 
forja palomas el sueño 
van las sombras ignoradas. 

Sólo podrás contemplar del infinito 
el hilo que hasta ti se desenvuelve 
y desde allí a la nada se ahoga el grito: 

¡La vida irreversible ya no vuelve! 

Y aquí en la tierra, polvo de universos, 
apretarás los puños, promesas de la carne. 
Mientras que el viento lleva 
los lánguidos lamentos 
¡Que no escuchará nadie! 

El hombre lucha y muere por un mundo mejor 
Cada generación tiene sus propios ideales 
si en el ocaso aún gimen nubes ensangrentadas 
ya se anuncia la aurora de un nuevo día 
en donde el sol de nuevo fertiliza los campos, 
y ondean las espigas de fecundos trigales. 

Los abismos se abren en la noche implacable 
y refulge la espada de los fuegos eternos. 

El frío hace temblar y el hambre va dejando 
osamentas de muertos. 

Mientras el oro ciega de artificios el mundo 
el lujo de unos pocos que viven inconcientes 
de la pobreza noble que sacrifica a muchos. 


— 11 



En mi ternura encierro el corazón cautivo 
es gris el aire que viene de muy lejos, 
como un sabor amargo de tierra nos entrega 
ante el dolor del héroe, del sabio y del profeta 
que esparcen las semillas de amor 
sobre la tierra, esperando que un día 
más allá de los tiempos, sobre los arenales 
de la miseria humana, brote la fuente 
con el agua pura de justicias plena. 

Afuera, el frío anuncia inviernos en la nada. 
Adentro, es la quietud que alumbra 
la fuente del silencio. 



NOSTALGIA 


Eres de bruma y no te veo 
pálida languidez. 

La tarde cierra sus párpados 
el viento arrecia, 
sólo tú te esfumas suavemente. 
Penosamente voy quedando 
sin tu presencia nublosa. 

Aún caliente mi mejilla, 
sabor de caricias en mis dedos. 

¿Por qué tus ojos me miran así? 

Ya no eres y te siento 

como si ahora sólo fueras intangible. 

Una forma, un espíritu. 

¡Qué plenitud tiene tu sonrisa 

desdibujándose entre tenues imágenes! 

Mi cabeza pesada y ruda 

cae pensativa en el vacío 

tras un punto lejano, 

sin recuerdo. 



HACIA EL AZUL PERDIDO 


Noche profunda de encendido cielo 
con mágicas estrellas que me llaman, 
voces ocultas dentro de mí claman 
pregonando el retorno en alto vuelo. 

Las cumbres de mi ser niveas de hielo, 
inmóviles mis águilas derraman 
su mirada profunda, que reclaman 
los audaces abismos ya sin velo. 

Columnas de mi amor amanecido, 
nieva en mis tierras al arder su invierno. 
Esperas del no ser enmudecido. 

Algas cubren mi rostro dolorido. 

Acaso hay algo mío que es eterno: 
¡Buscan mis alas el azul perdido! 



AGUAS PROFUNDAS 


Yo siento mis raíces hundirse entre las aguas, 
un sabor mineral surgir en mis entrañas. 

Yo vengo de los ríos por cauces subconcientes 
y abriéndose en la primera fuente, 
corre por las laderas de mi mundo interior 
arrastrando en su limo la torre de los tiempos. 

Y veo nuevos ángeles profusamente abriendo 
espacios en mi sangre. 

Y me traen el mensaje de antiguas profecías 
que dejan en mi mente solemnes dignidades, 
aquellas que trasmiten las fuerzas milenarias 
generosamente a todas las edades. 

Y sueño con las artes creadoras de armonía 
que unen lo existente. 

Como si en mí sufriera el destino del hombre 
y la sed de absoluto y el dolor de lo efímero. 

¡En mis manos aún hay llantos de memoria! 

Son frutos de esta tierra que trabajan mis manos, 
la de todos los hombres que siento como hermanos, 
cuando la luz inunda los surcos de mi frente. 

Más allá de la siembra que recoge la historia. 



RENACER 


Como en el fruto pleno la semilla 
perdurando en el mar de lo viviente. 

El ser del existir está presente 
y en el pensar del hombre maravilla. 

Más allá de las sombras, en la orilla 
de la mística luz hay una fuente. 

Al volcarse en las grietas de la frente 
abriendo surcos cual potente quilla. 

Nos mira el Absoluto en alta llama. 

La Nada a sus abismos nos reclama. 
Hunde el hombre sus sienes en la historia. 

Mientras su herida de despojos clama 
el llanto acude y renaciendo, ama 
si el agua eterna alienta en su memoria. 



POEMA METAFISICO 


No sé como explicarlo. 

•—Pero acaso— 
es así como somos. 

Por milagro.! 

Un instante del cosmos 
con conciencia. 

Dios se mira quizás 
por los ojos humanos! 

Su cuerpo redivivo 
entre formas eternas 
que apenas sospechamos. 

Un continuo fluir 
un devenir incesante. 

Nadie responde 

—Las preguntas del Hombre— 
Todo es silencio! 


★ 


2 — 


— 17 



EL FILOSOFO HA MUERTO 


a Vas Ferreira 


Y no tiembla en su sombra, que despierto 
conoce la actitud del rostro vivo, 
cuando a solas pensaba, recio, altivo. 
No encontrará el ruiseñor su huerto. 

En este atardecer la alondra llora. 

Ya no sueñan el río ni la piedra, 
la noche al infinito da su hiedra. 
Serenamente, el campanario ora. 

El filósofo hu muerto, de sus sienes 
brota un enjambre de profundos bienes. 
Torres de luz para su fe perdida! 

Arcángeles le dan la bienvenida ? 

O acaso le recibe, amanecida 
abriéndose en amor la tierra viva! 



AQUEL EXTRAÑO CAMINO 


No conocía el camino y el paisaje 
era tan familiar. ¿Sueño o realidad? 

Iba sólo entre los árboles, 

más allá de los puertos 

veía rostros extraños tan ajenos. 

Sin huella de mis pasos 

iba por un camino ignoto, como éste 

que ahora sostiene mis pies 

sobre la tierra. 

Y los rostros que veo y me circundan 
me hacen sentir de nuevo 
cordial y familiar y encienden 
sus acentos grillos inquietos 
en mis ojos y oídos. 

Así andaré un día, por extraño camino. 

Perdido entre los sueños 

y la muerte. Entonces ya no sabré 

si es sueño o realidad 

cuando regrese a la lejana fuente 

y beba el agua clara, 

más allá, en donde se confunden 

el espacio y el tiempo. 



HOY RETORNAS PADRE MIO 


a Julio J. Casal 


Sobre los altos pinos tu silencio, 
vienes a mí cual ruiseñor del cielo. 

Entre la fina lluvia ha regresado 
tu mano generosa sobre el campo. 

Poeta ¿a quién abrirás tu canto? 

•si retornas desde el humilde grillo 
sobre el charco. Para que oiga el labriego 
y tu voz encienda el árbol, que tú amaste 
como hermanos. 

Cuando nos dejaste solos en esta tierra dolida 
desgarrado el corazón que sufría 
palpitando, no quería continuar su trance amargo. 
Pero hoy vuelves de nuevo. 

La dulzura de tu acento, ternura de mar y cielo. 
Hoy retornas Padre mío. 

¿Es tu corazón de agua pura 
en mi dolor renaciendo? 



ESTARAS SOLO DE NUEVO 


a Paul Verlaine 


Como un pájaro sólo en la bandada, 
como una piedra ausente entre las piedras, 
como una montaña con entrañas de fuego 
y de cristal de roca. 

Volverás a sentir 
reclamos del silencio. 

Al acercarte a los viejos árboles 
que dibujan nudos en su propia carne 
contra el tiempo. 

En el aire, en los atardeceres 
verás como las muertes 
renacen cada tarde. 

A la puesta del sol, una oración 

encenderá tus labios, sin saberlo, 

casi en silencio, 

sin invocar a nadie. 

iSe irá la fuente de colores vivos 

y estarás sólo de nuevo. 



RITMOS DE ABEJA 


a Manuel de Castro 


Acaso un día entonen vuestro nombre 
y las copas enciendan su cristal 
llevando al aire acentos de mortal. 

Cantos que anuncien plenitud del Hombre. 

Iluminan los astros el sitial 
aquel que en vuestra viña dió renombre, 
no sepan que la luz quizá se asombre 
al desnudarse pleno el manantial. 

Sólo pulse una abeja en mudo acuerdo 
el ritmo de una flor entre sus labios. 

Nos libre de la muerte sin resabios 

de la pesada alforja del recuerdo. 

Ya para siempre entonces solitarios 
en auroras de vuelos milenarios. 



POR ANGUSTIAS SIN TIEMPO 


a Rainer M. Rilke 


Ya sin rostros humanos. 

Y a sin muro de cosas. Quizá veas la luz 
de Dios en tu ser vivo, el que se oculta 
a las conciencias que buscan en la nada 
su lenguaje y su signo. 

Así como vuelves a ver cada día 
los astros en la noche. 

Su pálida imagen quebrándose 
entre rosas y azucenas. 

Por riberas sin tiempo, 
por angustias sin tiempo. 

Porque nuestro agónico tiempo 

del nacer al morir 

es solo nuestro y sólo más allá 

porque tu oído es fino 

volverás a sentir 

un inmortal sonido 

llevado suavemente en la penumbra 

muy hondo dentro de tí mismo. 


★ 


— 23 




DEL AMOR PROFUNDO 


“El amor mueve al sol y a las demás estrellas” 
DANTE AUGHIERI, Divina Comedia, Paraíso — 33. 




TU PRESENCIA 


El cielo ha recogido tu claridad y ternura, 

Las sombras me circundan en extraña espiral. 

Y yo siento el llamado de tu presencia viva. 

Hoy me acerco a tu rostro con mi raíz herida, 
En el aire lejano desde el río, tu barca. 

Sólo es ceniza y lágrima, 

Labios del rocío en tu última rosa. 

Con la puesta del sol quedó cautiva 
de nuevo mi soledad, ahora si que estás 
presente dormida en mi silencio. 

Un pájaro me trae la tristeza del viento 

Y estoy solo de nuevo. 



AQUEL CARACOL MARINO 


En la orilla del mar 

Aquel caracol marino entre tus manos. 

Mi sombra larga en la arena 

Una gaviota dibuja círculos en el aire. 

El sol calienta las peñas, 

Las olas se van llevando 
espejos de tez morena. A lo lejos 
una bandada de patos cruza 
el confín de la tierra. Un resplandor 
de leyenda, ondas de música suave 
nos cantan antiguas penas. 

Tu sonrisa en mis abismos 
Suben gritos de las piedras. 

Junto a tu piel bronceada, 
aquel caracol marino 
en silencio nos miraba. 


★ 


28 — 



QUIERO UNA ROSA SOLA 


Quiero una rosa sola 

Y sus pétalos 
no tengan color 

ni aroma, ni forma. 

Sólo una esencia perfecta, 
sin curvas, ni rectas, 
ni rocíos. 

Que se despierte junto a mí 
y se duerma acariciada 
por mis sueños. 

Y su pureza intacta 
deleite para siempre 
mi tristeza infinita! 

Más no se si tú puedes dármela! 



AMOR QUE MUERE POR AMOR NACIDO 


Este amor en soledad herido 
que el paisaje renueva, 
no conoce el olvido 
renaciendo en cada primavera. 

Ave silenciosa que busca un nuevo nido. 
Más no es posible! 

Ternura y heroísmo, 
bate sus alas muy cerca del abismo. 
Amando lucha entre cielo y río 
por ser resurrección este amor mío. 

En tí encuentra siempre 
auroras imprevistas 
y un fuego vivo. 

Así renace nuestro amor altivo. 

Amor que muere por amor nacido. 



ESTATUA TEMBLOROSA 


Es tu voz y tu cuerpo que me llaman. 

Aún canta tu paloma sobre mi tierra cálida. 
El eco de mis noches 
la luna entre los álamos. 

Los altos árboles reflejándose en el agua. 
Sobre los cantos rodados está el silencio, 
perdido. Aún vive la ansiedad 
en tus ojos profundos 
de estatua temblorosa. 

Ya las sombras roza tu rostro y mi mundo. 
Sabes, ya no existe el eco 
la palabra ha huido. 

Queda entre mis manos, ternura de ríos 
cálidos de sueños, 

—corazón desnudo—. 


★ 


— 31 



DELIRIO INTERIOR 


Sentí en mis sienes la caricia dulce y tenue 
presencia de tu ser. Me estremecí de júbilo 
cara al viento, erguido y viril. 

Y me hundí en tu silencio. 

Al respirar profundo sentía el aliento 
del ser amado. Quisiera volver a ser niño 
para ir por un camino nuevo y encontrarte 
otra vez, así, intacta. 

Entonces comprendí que nos hiela 
el aire del invierno 
y la palabra apenas pronunciada 
y un delirio interior que aprisiona 
mis párpados y tus sueños. 

No dejemos que se nos vaya el amor 
entre las calles. Vivamos así en el sueño 
muy juntos, esta eternidad y aquel instante. 



TU ROSTRO LEJANO 


Tu rostro ya lejano 
¡Y tan presente! 

Levantando al cielo la mirada 
sube en el aire 
aquel oculto llanto del río 
sumergiéndose en la nada. 

En mis sienes tu imagen 
separada por muros invisibles 
sin distancia. 

Más allá de los tiempos 
sin quejumbre, ni ritos 
—ni plegarias— 

Vienes hacia mí desde lo arcano 
por el cauce de un río 
y la serena lluvia 
entre las hojas tiernas 
de un naranjo, me devuelve 
tu presencia intacta. 


★ 


— 33 



AQUEL PASEO POR EL RIO 


Del ocaso naciendo iba el río 
nuestros cuerpos nada más que tierra, 
nuestros ojos nada más que cielo. 

Allí la luna llena antigua y nueva. 

¡ Ardiendo están tu corazón y el mío! 


Algo distinto renaciendo vivo 
iba surgiendo entre la niebla oscura. 
Y entre las sienes la niñez perdida 
abría un surco de horizonte altivo. 
Iba la noche muy cerca de la barca. 


¡Ya no queremos despertar de nuevo! 
Latiendo juntas tu pureza intacta 
Y la tristeza de saberte mía 
sólo en la estrella 
y en la luna blanca. 

Me quedaré en el sueño 

con tu sonrisa dibujando lirios. 

Junto a los peces de las aguas veo 
la dulzura del ceibo, que en la costa 
agita sus rojos pañuelos. 



En tus ojos mi mar, en los míos tu río. 

¿Se encontrarán algún día 
entre las aguas claras, jugando con los astros 
en las manos del río? Mientras duerme tu niño. 
Haciendo aquel instante: eterno y fugitivo. 



EL CIERVO Y LA ROSA 


Abriéndose está la rosa en la alborada. 
Inmóvil ciervo la observa. 

Dorándose en ternura el cielo 
la contempla. 

Ritmo alado de azulada llama 
círculos de éxtasis 
el hechizo derrama la alegría 
del bosque. Sus pétalos de oro, 
la rosa desnuda 

ya es perfecta. El ciervo intuye 
su inmanencia exacta. 

Como en danza mágica la luz ofrece 
el ser a veces fuego 
a instantes rosa. Y el viento cela 
al ciervo que la rosa 
entrega toda su belleza. 

Y arrecia contra el bosque 
con silbidos que aterran. 

Y el ciervo al deshojarse 

la rosa en su fluir gotas de oro, 
dice a lo eterno: 

¡Déjala morir, así la rosa 
será tan sólo amor 
y no otra cosa! 

Y lleva en sus pupilas 
el fuego de la rosa. 



UNA TARDE JUNTO AL MAR 


Viniste hacia mi lado como alucinada 
recostaste tu frente sobre mi hombro 
y así en silencio te adormeciste. 

¿Cuántas lunas pasaron por el cielo? 

¡Cuántos ríos de fuego en mis entrañas! 
Truenos y relámpagos había en tí, 
una serena brisa soplaba en mi ser. 

La tarde dibujaba las rocas en la orilla. 
Extraños pescadores recogían sus redes, 
pero estábamos solos y renacía el mundo, 
las olas entonaban un canto misterioso, 
el aire marino salpicaba de espumas 
nuestros rostros perdidos. . . 

Nunca vi más pureza al sentirte cautiva 
de lo que yo quisiera, y tomé suavemente 
tu mano entre las mías y anduvimos errantes 
subiendo lentamente un sendero hasta el cielo. 


★ 


— 37 



MAS ALLA DEL OLVIDO 


Ya no sé si es tu fuego que evoco pensativo 
O aquel lejano instante que mi ternura siente 
Que arrancar ya no puedo ni olvidar mientras vivo 
El brillo de tus ojos clavados en mi mente. 

Mi barca me conduce hacia un oculto puerto 
Escondido entre lirios de alegría y dolor 
En un lejano día mi cuerpo estará muerto w 
Mas presiento que aún vivo en éxtasis de amor. 

Sentirás cerca tuyo el rozar de mis manos 
Como una sola llama o como un mismo río 
Del infinito arcano. Sentir que junto estamos 

Al fluir de lo eterno hasta el último estío. 

Y mientras va mi vida buscando su sentido 
Tú descubres esencias más allá del olvido. 



CUANDO LA LUZ SE OCULTE 


Si es cierto que en el alma es suave brisa 
ternuras y sonrisas de la amada, 
como un viento tenebroso pasará. 
Arrancando las raíces más profundas 
del sentir y el pensar. 

Angustiado el hombre ha de quedar 
con los ojos dolientes, sin llorar. 
iSi es cierto que en la vida todo muere 
¡ Qué más entonces nos podrá pasar! 
Mañana el árbol de nuevo dará flores 
y los frutos el aire aromarán, 

¡Pero entonces dónde están! 

El amor que da vida a lo existente, 
el pensar que abre surcos 
infinitos en la mente. 

¡Quién sabe adonde irán! 

Déjame amarte hoy profundamente, 
cuando la luz se extinga en nuestros oj 
las tinieblas no dejarán mirar. 

Sólo el amor es redención del hombre. 



ERA UN OTOÑO TIBIO 


Quisiera dejar mi llanto en este cielo, 
como entonces, era un otoño tibio. 

Las luces de los astros recogían 
tu corazón y el mío. 

Viejos árboles miraban nuestras sombras 
uniéndose en el río. 

Acaso no es la misma aquella estrella 
bajo el cielo infinito? 

Desde un alto eucaliptos nos miraba 
la luna llena y la noche inmensa. 

Como entonces, en este otoño tibio. 

Hoy está sólo el sauce 

mojándose en el río y contempla mi sombra 

que salpica con lágrimas humanas 

sus gotas de rocío. 

Mi espíritu no puede conformarse 
con haberte perdido. 

Ha quedado tu sombra prisionera 
acaso en algún pino? 

Yo siento que se acerca 
y me dice al oído 
ternuras que no puedo repetir 
en este otoño tibio. 


★ 


40 — 



ESTE SILENCIO NUESTRO 


Este silencio nuestro. 

Este silencio inmenso que nos une, 
fuego de eternidad. 

Es más que humano acaso y tú lo sabes. 
Yo se bien que comprendes 
su tesoro asombroso en pureza esculpido. 
Es sólo nuestro. 

La vida nos arrastra en torbellino 
con sus problemas cotidianos. 

Tú eres de los tuyos 
y yo soy de los míos, 

—acaso cuerpo y alma llevarán— 
cuando estemos para siempre dormidos. 
Pero este silencio nuestro, 
fuego de eternidad. 

Este, nadie nos lo podrá quitar. . . 



INTIMO 


Entre las voces del mercado, espiral del mundo 
Tu silencio. 

Unos liban su pan y su miel entre las multitudes. 
Yo me quedo con tu pleamar. 

Espigas generosas doblan su tallo en frutos pleno 
Yo prefiero, 

tu barca ligera sobre el río. 

A lo lejos el rumor del océano, muerte del tiempo 
En torno mío sólo abismos, espectros de las cosas 
En la orilla se levantan humildes juncos. 
Manchas de luz en el cielo. 

Desde mi soledad 

acaricio la cálida sinfonía de tu silencio. 



ATARDECER 


Siento una sed que me seca la garganta. 
Entre. grietas oscuras voy viajando 
en este atardecer. 

Pero no es el agua la que calma mi sed. 
Mis ojos se desbordan entre perdidos ritos 
que renacen por ignoradas ruinas. 

!Oh si pudiera ver el resplandor del cielo! 
Los ríos de la noche están ahogando 
el poniente encendido. 

¡Cómo sufre mi ser, el ser del hombre! 
Ahora que ya no soy yo, ni nadie. 

Siento en mí la tierra común, la de todos. 
Tan sólo de reflejos sabe el hombre. 
¡Quemando están sus alas el vacío! 

En este atardecer 
un musgo aún verde, oculta 
los silencios cautivos. 




INDICE 


POEMAS DEL ATARDECES 

Pág. 

Primera parte: ANGUSTIAS DEL SILENCIO . 5 

Canto del profundo sufrir . 7 

Esta noche en su fuego . 8 

Soneto a la muerte . 9 

Los instantes plenos . 10 

La fuente del silencio . 11 

Nostalgia . 13 

Hacia el azul perdido . 14 

Aguas profundas . 15 

Renacer . 16 

Poema metafísico . 17 

El filósofo ha muerto . 18 

Aquel extraño camino . 19 

Hoy retornas Padre mío . 20 

Estarás solo de nuevo . 21 

Ritmos de abeja . 22 

Por angustias sin tiempo . 23 

Segunda parte: DEL AMOR PROFUNDO .... 25 

Tu presencia . 27 

Aquel caracol marino . 28 

Quiero una rosa sola . 29 

Amor que muere por amor nacido . 30 


— 45 























Estatua temblorosa . 31 

Delirio interior .'. 32 

Tu rostro lejano . 33 

Aquel paseo por el río . 34 

El ciervo y la rosa . 36 

Una tarde junto al mar . 37 

Más allá del olvido . 38 

Cuando la luz se oculte . 39 

Era un otoño tibio . 40 

Este silencio nuestro . 41 

Intimo . 42 

Atardecer . 43 


★ 


46 — 
















Este libro se terminó de imprimir 
el 27 de agosto de 1963, 
en la Tipografía Atlántida 
de Francisco Gaál e Hijo 
Cuareim 1070 —• Montevideo 
Repúblico' Oriental del Uruguay 



gico de símbolos superiores y abs¬ 
tractos del entendimiento, fuente crea¬ 
dora de energía, del misterio y la pa¬ 
labra. 

XAVIER ABRIL 

Mis felicitaciones muy sinceras por su 
Heráclito y el pensamiento metafísico. 
Lo he leído con verdadero interés, 
despacio, y en muchas partes ajus¬ 
tándome a aquella norma socrática del 

«fiEtrrepog atXoüs» tan necesaria 
cuando se busca sacar a la superficie, 
las capas profundas de un pensamien¬ 
to! ¡Y en Heráclito! La importan¬ 
cia de su estudio es evidente. Es un 
trabajo que hace honor al país. 

DANIEL CASTELLANOS 

OVIDIO FERNANDEZ RIOS salu¬ 
da afectuosamente a su admirado ami¬ 
go, ilustre Profesor Julio Casal Mu¬ 
ñoz y vivamente le agradece su no¬ 
table libro “Heráclito y el pensamien¬ 
to metafísico”, cuyo estudio sobre el 
luminoso filósofo griego coloca su 
nombre en los planos de alta jerar¬ 
quía de las letras y el pensamiento 
de América. 

Fragmento final de un estudio apa¬ 
recido en “El Ideal Gallego”, 11|II| 
59, de JULIO R. YORDI (De la 
Real Academia gallega) : “El estu¬ 
dio del pensamiento de Heráclito que 
desde Diels y Bywater hasta Speng- 
ler ha tentado a los más sobresa¬ 
lientes cultivadores de la filosofía, al¬ 
canza con el libro de Julio Casal Mu¬ 
ñoz, el uruguayo coruñés, un amplio 
desarrollo que abarca con penetración 
profunda y erudición copiosa todos los 
aspectos del solitario pensador de Efe- 
so, de Heráclito el “oscuro” que va 
dejando de serlo merced a 'trabajos 
como el citado que dan coherencia a 
los apotegmas heraclíteos”. 

Sobre 

POETICA DE LO ABSOLUTO 
De la expresión de lo metafísico al 
cántico lírico el tránsito es un "des¬ 
pegue” que Ud. realiza y que yo co¬ 
mo su lector he gustado y experimen¬ 
tado en esta penetrante obra. Por ello 
y por la experiencia de estos días, 
gracias. 

VICENTE ALEIXANDRE, Miraflo- 
res, Epaña. 

Rigor, disciplina, profundidad, auto- 
exigencia. Escritor consciente. Se tra¬ 
ta de un Jibro logrado, maduro, de 
esos que respaldan un nombre en for¬ 
ma duradera y cimientan sólidamente 
un prestigio. 

DORA ISELLA RUSSELL. 




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