JULIO CASAL MUÑOZ
¡POEMAS IDEE
ATARDECER
BIBLIOTECA ALFAR
1963
Julio Casal Muñoz, nació en La
Coruña, España, 1917. Cursó estudios
en la Universidad de Montevideo,
abandona la Facultad de Medicina pa¬
ra dedicarse a la docencia. Es Pro¬
fesor titular de Filosofía y Psicolo¬
gía en los Institutos Normales y en
el Instituto Técnico de la Federa¬
ción sudamericana de ' Asociaciones
Cristianas. Ha formado parte del Con¬
sejo directivo de esta Institución y
la Presidencia de la Asociación de Pro¬
fesores Normal'stas del Uruguay. Ha
•trabajado en diversas instituciones cul¬
turales, dictado cursos y conferencias
y organizado Mesas redondas de Fi¬
losofía y Seminarios auspiciados 'por
la UNESCO. Como escritor ha desa¬
rrollado una fecunda labor como filó¬
sofo y poeta.
ALGUNOS JUICIOS SOBRE SU OBRA
ALFONSO REYES saluda atenta¬
mente a Jul'o Casal Muñoz y le agra¬
dece su magnífico Heráclito, por el
cual lo felicita cordialmente.
México, 19 - IV - 1959
De FRANCISCO ROMERO. — Me
es muy grato acusarle recibo de su
libro sobré Heráclito. Muy agradeci¬
do por el amable envío y la honrosa
dedicatoria. Saludo a usted con mi
más alta estima y cordiales senti¬
mientos de colega.
Buenos Aires, 13 - feb. 1959
Ser y Muerte, el muy notable ensayo
filosófico de Julio Casal Muñoz.
JORGE GUILLEN
Está Ud. heroicamente en la brega
del es'píritu, entregado a su vocación
de pensar; lo veo y admiro trabajar
con ahinco, en soledad y dedicación
ejemplares.
JUVENAL ORTIZ SARALEGUI
Las páginas que Ud. ha escrito agre¬
gan las tonalidades más delicadas de
lo poético, ¿le la comprensión lírica,
nota muy suya de analista estético y
filosófico. Enlazan en un mundo má-
POEMAS DEL ATARDECER
Al Dr. Héctor Garbarino
OBRAS DEL AUTOR
LA EXPRESION INMOVIL. Poemas en prosa y
verso. — Premio Ministerio de Instrucción Públi¬
ca — 1946.
FILOSOFIA GRIEGA. — FILOSOFIA CRISTIA¬
NA. — 1948-1949. Trabajos docentes para ense¬
ñanza secundaria y normal.
MEMORIA VIVA. Poesía y ensayos psicológicos. —
1949.
SER Y MUERTE. Ensayo filosófico. — Premio Mi¬
nisterio de Instrucción Pública. — 1950.
POETICA DE LO ABSOLUTO. Ensayos filosófi¬
cos. — 1952.
Fundamentos filosóficos de la democracia. Trascenden¬
cia de Vaz Ferreira. Crisis del espíritu. — Confe¬
rencias publicadas en folletos. — 1955.
MEDITACIONES Y RECUERDOS. Sobre Julio J.
Casal. — 1955.
HERACLITO Y EL PENSAMIENTO METAFI-
SICO. Ensayo de investigación filosófica. — 1958.
POEMAS DEL ATARDECER. Poesías. — 1963.
★
2 —
JULIO CASAL MUÑOZ
POEMAS DEL
ATARDECER
★
MONTEVIDEO (Uruguay)
TIPOGRAFIA ATLANTIDA — CUAREIM 1070
1963
El grabado de la portada es un fragmento de
un relierve tallado en piedra ¡gris pizarra oscura.
Pertenece al arte primitivo de la cultura CHA¬
VEN una de las más antiguas de la América
Preincaica. De la zona de Huantar, Perú.
Representa una deidad con cabeza de cóndor
y dientes de jaguar.
Existente en el Museo de Etnología de Bavie-
ra, Munich, Alemania.
Derechos reservados. Es propiedad.
Copyright Iby Julio Casal iMuñoz.
Printed un Uruguay ■— Impreso en Uruguay
ANGUSTIAS DEL SILENCIO
“El resto es silencio”
SHAKESPEARE, Hamlet, acto V, esc. 2.
CANTO DEL PROFUNDO SUFRIR
Por mis mejillas corren lágrimas asombradas.
En la alborada he visto la muerte de una estrella,
un ave junta hojas, va a construir un nido
mientras que otra yace por siempre
entre la hierba.
¿Qué extraño signo ordena fatalmente las cosas?
¿Por qué las rocas viven su quietud milenaria
cuando mueren las rosas ?
Por mi espíritu libre, vagan luces de astros
que dan sombra a mi frente.
Hoy siento el llanto inmenso de todo lo existente.
Y puedo sufrir
con los llantos del mar y la tristeza del viento,
el dolor de ésta flor muriendo entre tus dedos,
y la angustia en silencio
de los pueblos que sufren un largo cautiverio,
de los que tienen hambre
de libertad su espíritu y de pan su cuerpo.
Hoy siento el llanto inmenso de todo lo existente.
Y puedo sufrir
este profundo dolor
de todo el Universo.
ESTA NOCHE EN SU FUEGO
Esta tierra que aún forma carne viva
no quiere desprenderse hacia la nada.
Sólo libre en la muerte
el espíritu mira, sus ojos infinitos
hundidos en el más allá.
El ser pleno del hombre
la raíz angustiada. Mis ojos en el cielo
un incendio de flautas.
Lejanos violines percibe mi alma
entre luces y sombras
de la noche estrellada.
Y el astro blanco, inmóvil,
aquel de los poetas
ilumina mi rostro con su temblor
de alas, esta noche en su fuego,
hoy siento dentro mío, lo mismo que en los astros
esa lucha perenne:
La eternidad y la nada.
★
SONETO A LA MUERTE
Huyo muerte de ti para encontrarte.
Si despierto te busco pensativo,
en la noche me inunda un terror vivo
cual rito extraño de un antiguo arte.
Oh! luz profunda que supiera hallarte
ardiendo entre tus brazos redivivo,
aguas serenas enviaré a tu arribo
!Si yo pudiera para siempre amarte!'
Mis abismos no pueden ya negarte
—entre el verde y azul de mis estíos—
Amores llevan todos mis navios.
Por escapar de ti vuelvo a evocarte.
Oh! muerte que circundas lares míos
respondes a mi fuego con tus ríos.
★
LOS INSTANTES PLENOS
Hay instantes supremos en los cuales
la quietud de los tiempos
se eterniza. . .
Entonces, es posible contemplar
la brisa entre las copas de los árboles,
la muerte entre las sombras de los ríos,
el amor junto a los labios de la amada.
Y el dolor infinito
de haber nacido, sin pedirlo.
LA FUENTE DEL SILENCIO
Inclinado más allá de los días
perdida entre las nubes la mirada
forja palomas el sueño
van las sombras ignoradas.
Sólo podrás contemplar del infinito
el hilo que hasta ti se desenvuelve
y desde allí a la nada se ahoga el grito:
¡La vida irreversible ya no vuelve!
Y aquí en la tierra, polvo de universos,
apretarás los puños, promesas de la carne.
Mientras que el viento lleva
los lánguidos lamentos
¡Que no escuchará nadie!
El hombre lucha y muere por un mundo mejor
Cada generación tiene sus propios ideales
si en el ocaso aún gimen nubes ensangrentadas
ya se anuncia la aurora de un nuevo día
en donde el sol de nuevo fertiliza los campos,
y ondean las espigas de fecundos trigales.
Los abismos se abren en la noche implacable
y refulge la espada de los fuegos eternos.
El frío hace temblar y el hambre va dejando
osamentas de muertos.
Mientras el oro ciega de artificios el mundo
el lujo de unos pocos que viven inconcientes
de la pobreza noble que sacrifica a muchos.
— 11
En mi ternura encierro el corazón cautivo
es gris el aire que viene de muy lejos,
como un sabor amargo de tierra nos entrega
ante el dolor del héroe, del sabio y del profeta
que esparcen las semillas de amor
sobre la tierra, esperando que un día
más allá de los tiempos, sobre los arenales
de la miseria humana, brote la fuente
con el agua pura de justicias plena.
Afuera, el frío anuncia inviernos en la nada.
Adentro, es la quietud que alumbra
la fuente del silencio.
NOSTALGIA
Eres de bruma y no te veo
pálida languidez.
La tarde cierra sus párpados
el viento arrecia,
sólo tú te esfumas suavemente.
Penosamente voy quedando
sin tu presencia nublosa.
Aún caliente mi mejilla,
sabor de caricias en mis dedos.
¿Por qué tus ojos me miran así?
Ya no eres y te siento
como si ahora sólo fueras intangible.
Una forma, un espíritu.
¡Qué plenitud tiene tu sonrisa
desdibujándose entre tenues imágenes!
Mi cabeza pesada y ruda
cae pensativa en el vacío
tras un punto lejano,
sin recuerdo.
HACIA EL AZUL PERDIDO
Noche profunda de encendido cielo
con mágicas estrellas que me llaman,
voces ocultas dentro de mí claman
pregonando el retorno en alto vuelo.
Las cumbres de mi ser niveas de hielo,
inmóviles mis águilas derraman
su mirada profunda, que reclaman
los audaces abismos ya sin velo.
Columnas de mi amor amanecido,
nieva en mis tierras al arder su invierno.
Esperas del no ser enmudecido.
Algas cubren mi rostro dolorido.
Acaso hay algo mío que es eterno:
¡Buscan mis alas el azul perdido!
AGUAS PROFUNDAS
Yo siento mis raíces hundirse entre las aguas,
un sabor mineral surgir en mis entrañas.
Yo vengo de los ríos por cauces subconcientes
y abriéndose en la primera fuente,
corre por las laderas de mi mundo interior
arrastrando en su limo la torre de los tiempos.
Y veo nuevos ángeles profusamente abriendo
espacios en mi sangre.
Y me traen el mensaje de antiguas profecías
que dejan en mi mente solemnes dignidades,
aquellas que trasmiten las fuerzas milenarias
generosamente a todas las edades.
Y sueño con las artes creadoras de armonía
que unen lo existente.
Como si en mí sufriera el destino del hombre
y la sed de absoluto y el dolor de lo efímero.
¡En mis manos aún hay llantos de memoria!
Son frutos de esta tierra que trabajan mis manos,
la de todos los hombres que siento como hermanos,
cuando la luz inunda los surcos de mi frente.
Más allá de la siembra que recoge la historia.
RENACER
Como en el fruto pleno la semilla
perdurando en el mar de lo viviente.
El ser del existir está presente
y en el pensar del hombre maravilla.
Más allá de las sombras, en la orilla
de la mística luz hay una fuente.
Al volcarse en las grietas de la frente
abriendo surcos cual potente quilla.
Nos mira el Absoluto en alta llama.
La Nada a sus abismos nos reclama.
Hunde el hombre sus sienes en la historia.
Mientras su herida de despojos clama
el llanto acude y renaciendo, ama
si el agua eterna alienta en su memoria.
POEMA METAFISICO
No sé como explicarlo.
•—Pero acaso—
es así como somos.
Por milagro.!
Un instante del cosmos
con conciencia.
Dios se mira quizás
por los ojos humanos!
Su cuerpo redivivo
entre formas eternas
que apenas sospechamos.
Un continuo fluir
un devenir incesante.
Nadie responde
—Las preguntas del Hombre—
Todo es silencio!
★
2 —
— 17
EL FILOSOFO HA MUERTO
a Vas Ferreira
Y no tiembla en su sombra, que despierto
conoce la actitud del rostro vivo,
cuando a solas pensaba, recio, altivo.
No encontrará el ruiseñor su huerto.
En este atardecer la alondra llora.
Ya no sueñan el río ni la piedra,
la noche al infinito da su hiedra.
Serenamente, el campanario ora.
El filósofo hu muerto, de sus sienes
brota un enjambre de profundos bienes.
Torres de luz para su fe perdida!
Arcángeles le dan la bienvenida ?
O acaso le recibe, amanecida
abriéndose en amor la tierra viva!
AQUEL EXTRAÑO CAMINO
No conocía el camino y el paisaje
era tan familiar. ¿Sueño o realidad?
Iba sólo entre los árboles,
más allá de los puertos
veía rostros extraños tan ajenos.
Sin huella de mis pasos
iba por un camino ignoto, como éste
que ahora sostiene mis pies
sobre la tierra.
Y los rostros que veo y me circundan
me hacen sentir de nuevo
cordial y familiar y encienden
sus acentos grillos inquietos
en mis ojos y oídos.
Así andaré un día, por extraño camino.
Perdido entre los sueños
y la muerte. Entonces ya no sabré
si es sueño o realidad
cuando regrese a la lejana fuente
y beba el agua clara,
más allá, en donde se confunden
el espacio y el tiempo.
HOY RETORNAS PADRE MIO
a Julio J. Casal
Sobre los altos pinos tu silencio,
vienes a mí cual ruiseñor del cielo.
Entre la fina lluvia ha regresado
tu mano generosa sobre el campo.
Poeta ¿a quién abrirás tu canto?
•si retornas desde el humilde grillo
sobre el charco. Para que oiga el labriego
y tu voz encienda el árbol, que tú amaste
como hermanos.
Cuando nos dejaste solos en esta tierra dolida
desgarrado el corazón que sufría
palpitando, no quería continuar su trance amargo.
Pero hoy vuelves de nuevo.
La dulzura de tu acento, ternura de mar y cielo.
Hoy retornas Padre mío.
¿Es tu corazón de agua pura
en mi dolor renaciendo?
ESTARAS SOLO DE NUEVO
a Paul Verlaine
Como un pájaro sólo en la bandada,
como una piedra ausente entre las piedras,
como una montaña con entrañas de fuego
y de cristal de roca.
Volverás a sentir
reclamos del silencio.
Al acercarte a los viejos árboles
que dibujan nudos en su propia carne
contra el tiempo.
En el aire, en los atardeceres
verás como las muertes
renacen cada tarde.
A la puesta del sol, una oración
encenderá tus labios, sin saberlo,
casi en silencio,
sin invocar a nadie.
iSe irá la fuente de colores vivos
y estarás sólo de nuevo.
RITMOS DE ABEJA
a Manuel de Castro
Acaso un día entonen vuestro nombre
y las copas enciendan su cristal
llevando al aire acentos de mortal.
Cantos que anuncien plenitud del Hombre.
Iluminan los astros el sitial
aquel que en vuestra viña dió renombre,
no sepan que la luz quizá se asombre
al desnudarse pleno el manantial.
Sólo pulse una abeja en mudo acuerdo
el ritmo de una flor entre sus labios.
Nos libre de la muerte sin resabios
de la pesada alforja del recuerdo.
Ya para siempre entonces solitarios
en auroras de vuelos milenarios.
POR ANGUSTIAS SIN TIEMPO
a Rainer M. Rilke
Ya sin rostros humanos.
Y a sin muro de cosas. Quizá veas la luz
de Dios en tu ser vivo, el que se oculta
a las conciencias que buscan en la nada
su lenguaje y su signo.
Así como vuelves a ver cada día
los astros en la noche.
Su pálida imagen quebrándose
entre rosas y azucenas.
Por riberas sin tiempo,
por angustias sin tiempo.
Porque nuestro agónico tiempo
del nacer al morir
es solo nuestro y sólo más allá
porque tu oído es fino
volverás a sentir
un inmortal sonido
llevado suavemente en la penumbra
muy hondo dentro de tí mismo.
★
— 23
DEL AMOR PROFUNDO
“El amor mueve al sol y a las demás estrellas”
DANTE AUGHIERI, Divina Comedia, Paraíso — 33.
TU PRESENCIA
El cielo ha recogido tu claridad y ternura,
Las sombras me circundan en extraña espiral.
Y yo siento el llamado de tu presencia viva.
Hoy me acerco a tu rostro con mi raíz herida,
En el aire lejano desde el río, tu barca.
Sólo es ceniza y lágrima,
Labios del rocío en tu última rosa.
Con la puesta del sol quedó cautiva
de nuevo mi soledad, ahora si que estás
presente dormida en mi silencio.
Un pájaro me trae la tristeza del viento
Y estoy solo de nuevo.
AQUEL CARACOL MARINO
En la orilla del mar
Aquel caracol marino entre tus manos.
Mi sombra larga en la arena
Una gaviota dibuja círculos en el aire.
El sol calienta las peñas,
Las olas se van llevando
espejos de tez morena. A lo lejos
una bandada de patos cruza
el confín de la tierra. Un resplandor
de leyenda, ondas de música suave
nos cantan antiguas penas.
Tu sonrisa en mis abismos
Suben gritos de las piedras.
Junto a tu piel bronceada,
aquel caracol marino
en silencio nos miraba.
★
28 —
QUIERO UNA ROSA SOLA
Quiero una rosa sola
Y sus pétalos
no tengan color
ni aroma, ni forma.
Sólo una esencia perfecta,
sin curvas, ni rectas,
ni rocíos.
Que se despierte junto a mí
y se duerma acariciada
por mis sueños.
Y su pureza intacta
deleite para siempre
mi tristeza infinita!
Más no se si tú puedes dármela!
AMOR QUE MUERE POR AMOR NACIDO
Este amor en soledad herido
que el paisaje renueva,
no conoce el olvido
renaciendo en cada primavera.
Ave silenciosa que busca un nuevo nido.
Más no es posible!
Ternura y heroísmo,
bate sus alas muy cerca del abismo.
Amando lucha entre cielo y río
por ser resurrección este amor mío.
En tí encuentra siempre
auroras imprevistas
y un fuego vivo.
Así renace nuestro amor altivo.
Amor que muere por amor nacido.
ESTATUA TEMBLOROSA
Es tu voz y tu cuerpo que me llaman.
Aún canta tu paloma sobre mi tierra cálida.
El eco de mis noches
la luna entre los álamos.
Los altos árboles reflejándose en el agua.
Sobre los cantos rodados está el silencio,
perdido. Aún vive la ansiedad
en tus ojos profundos
de estatua temblorosa.
Ya las sombras roza tu rostro y mi mundo.
Sabes, ya no existe el eco
la palabra ha huido.
Queda entre mis manos, ternura de ríos
cálidos de sueños,
—corazón desnudo—.
★
— 31
DELIRIO INTERIOR
Sentí en mis sienes la caricia dulce y tenue
presencia de tu ser. Me estremecí de júbilo
cara al viento, erguido y viril.
Y me hundí en tu silencio.
Al respirar profundo sentía el aliento
del ser amado. Quisiera volver a ser niño
para ir por un camino nuevo y encontrarte
otra vez, así, intacta.
Entonces comprendí que nos hiela
el aire del invierno
y la palabra apenas pronunciada
y un delirio interior que aprisiona
mis párpados y tus sueños.
No dejemos que se nos vaya el amor
entre las calles. Vivamos así en el sueño
muy juntos, esta eternidad y aquel instante.
TU ROSTRO LEJANO
Tu rostro ya lejano
¡Y tan presente!
Levantando al cielo la mirada
sube en el aire
aquel oculto llanto del río
sumergiéndose en la nada.
En mis sienes tu imagen
separada por muros invisibles
sin distancia.
Más allá de los tiempos
sin quejumbre, ni ritos
—ni plegarias—
Vienes hacia mí desde lo arcano
por el cauce de un río
y la serena lluvia
entre las hojas tiernas
de un naranjo, me devuelve
tu presencia intacta.
★
— 33
AQUEL PASEO POR EL RIO
Del ocaso naciendo iba el río
nuestros cuerpos nada más que tierra,
nuestros ojos nada más que cielo.
Allí la luna llena antigua y nueva.
¡ Ardiendo están tu corazón y el mío!
Algo distinto renaciendo vivo
iba surgiendo entre la niebla oscura.
Y entre las sienes la niñez perdida
abría un surco de horizonte altivo.
Iba la noche muy cerca de la barca.
¡Ya no queremos despertar de nuevo!
Latiendo juntas tu pureza intacta
Y la tristeza de saberte mía
sólo en la estrella
y en la luna blanca.
Me quedaré en el sueño
con tu sonrisa dibujando lirios.
Junto a los peces de las aguas veo
la dulzura del ceibo, que en la costa
agita sus rojos pañuelos.
En tus ojos mi mar, en los míos tu río.
¿Se encontrarán algún día
entre las aguas claras, jugando con los astros
en las manos del río? Mientras duerme tu niño.
Haciendo aquel instante: eterno y fugitivo.
EL CIERVO Y LA ROSA
Abriéndose está la rosa en la alborada.
Inmóvil ciervo la observa.
Dorándose en ternura el cielo
la contempla.
Ritmo alado de azulada llama
círculos de éxtasis
el hechizo derrama la alegría
del bosque. Sus pétalos de oro,
la rosa desnuda
ya es perfecta. El ciervo intuye
su inmanencia exacta.
Como en danza mágica la luz ofrece
el ser a veces fuego
a instantes rosa. Y el viento cela
al ciervo que la rosa
entrega toda su belleza.
Y arrecia contra el bosque
con silbidos que aterran.
Y el ciervo al deshojarse
la rosa en su fluir gotas de oro,
dice a lo eterno:
¡Déjala morir, así la rosa
será tan sólo amor
y no otra cosa!
Y lleva en sus pupilas
el fuego de la rosa.
UNA TARDE JUNTO AL MAR
Viniste hacia mi lado como alucinada
recostaste tu frente sobre mi hombro
y así en silencio te adormeciste.
¿Cuántas lunas pasaron por el cielo?
¡Cuántos ríos de fuego en mis entrañas!
Truenos y relámpagos había en tí,
una serena brisa soplaba en mi ser.
La tarde dibujaba las rocas en la orilla.
Extraños pescadores recogían sus redes,
pero estábamos solos y renacía el mundo,
las olas entonaban un canto misterioso,
el aire marino salpicaba de espumas
nuestros rostros perdidos. . .
Nunca vi más pureza al sentirte cautiva
de lo que yo quisiera, y tomé suavemente
tu mano entre las mías y anduvimos errantes
subiendo lentamente un sendero hasta el cielo.
★
— 37
MAS ALLA DEL OLVIDO
Ya no sé si es tu fuego que evoco pensativo
O aquel lejano instante que mi ternura siente
Que arrancar ya no puedo ni olvidar mientras vivo
El brillo de tus ojos clavados en mi mente.
Mi barca me conduce hacia un oculto puerto
Escondido entre lirios de alegría y dolor
En un lejano día mi cuerpo estará muerto w
Mas presiento que aún vivo en éxtasis de amor.
Sentirás cerca tuyo el rozar de mis manos
Como una sola llama o como un mismo río
Del infinito arcano. Sentir que junto estamos
Al fluir de lo eterno hasta el último estío.
Y mientras va mi vida buscando su sentido
Tú descubres esencias más allá del olvido.
CUANDO LA LUZ SE OCULTE
Si es cierto que en el alma es suave brisa
ternuras y sonrisas de la amada,
como un viento tenebroso pasará.
Arrancando las raíces más profundas
del sentir y el pensar.
Angustiado el hombre ha de quedar
con los ojos dolientes, sin llorar.
iSi es cierto que en la vida todo muere
¡ Qué más entonces nos podrá pasar!
Mañana el árbol de nuevo dará flores
y los frutos el aire aromarán,
¡Pero entonces dónde están!
El amor que da vida a lo existente,
el pensar que abre surcos
infinitos en la mente.
¡Quién sabe adonde irán!
Déjame amarte hoy profundamente,
cuando la luz se extinga en nuestros oj
las tinieblas no dejarán mirar.
Sólo el amor es redención del hombre.
ERA UN OTOÑO TIBIO
Quisiera dejar mi llanto en este cielo,
como entonces, era un otoño tibio.
Las luces de los astros recogían
tu corazón y el mío.
Viejos árboles miraban nuestras sombras
uniéndose en el río.
Acaso no es la misma aquella estrella
bajo el cielo infinito?
Desde un alto eucaliptos nos miraba
la luna llena y la noche inmensa.
Como entonces, en este otoño tibio.
Hoy está sólo el sauce
mojándose en el río y contempla mi sombra
que salpica con lágrimas humanas
sus gotas de rocío.
Mi espíritu no puede conformarse
con haberte perdido.
Ha quedado tu sombra prisionera
acaso en algún pino?
Yo siento que se acerca
y me dice al oído
ternuras que no puedo repetir
en este otoño tibio.
★
40 —
ESTE SILENCIO NUESTRO
Este silencio nuestro.
Este silencio inmenso que nos une,
fuego de eternidad.
Es más que humano acaso y tú lo sabes.
Yo se bien que comprendes
su tesoro asombroso en pureza esculpido.
Es sólo nuestro.
La vida nos arrastra en torbellino
con sus problemas cotidianos.
Tú eres de los tuyos
y yo soy de los míos,
—acaso cuerpo y alma llevarán—
cuando estemos para siempre dormidos.
Pero este silencio nuestro,
fuego de eternidad.
Este, nadie nos lo podrá quitar. . .
INTIMO
Entre las voces del mercado, espiral del mundo
Tu silencio.
Unos liban su pan y su miel entre las multitudes.
Yo me quedo con tu pleamar.
Espigas generosas doblan su tallo en frutos pleno
Yo prefiero,
tu barca ligera sobre el río.
A lo lejos el rumor del océano, muerte del tiempo
En torno mío sólo abismos, espectros de las cosas
En la orilla se levantan humildes juncos.
Manchas de luz en el cielo.
Desde mi soledad
acaricio la cálida sinfonía de tu silencio.
ATARDECER
Siento una sed que me seca la garganta.
Entre. grietas oscuras voy viajando
en este atardecer.
Pero no es el agua la que calma mi sed.
Mis ojos se desbordan entre perdidos ritos
que renacen por ignoradas ruinas.
!Oh si pudiera ver el resplandor del cielo!
Los ríos de la noche están ahogando
el poniente encendido.
¡Cómo sufre mi ser, el ser del hombre!
Ahora que ya no soy yo, ni nadie.
Siento en mí la tierra común, la de todos.
Tan sólo de reflejos sabe el hombre.
¡Quemando están sus alas el vacío!
En este atardecer
un musgo aún verde, oculta
los silencios cautivos.
INDICE
POEMAS DEL ATARDECES
Pág.
Primera parte: ANGUSTIAS DEL SILENCIO . 5
Canto del profundo sufrir . 7
Esta noche en su fuego . 8
Soneto a la muerte . 9
Los instantes plenos . 10
La fuente del silencio . 11
Nostalgia . 13
Hacia el azul perdido . 14
Aguas profundas . 15
Renacer . 16
Poema metafísico . 17
El filósofo ha muerto . 18
Aquel extraño camino . 19
Hoy retornas Padre mío . 20
Estarás solo de nuevo . 21
Ritmos de abeja . 22
Por angustias sin tiempo . 23
Segunda parte: DEL AMOR PROFUNDO .... 25
Tu presencia . 27
Aquel caracol marino . 28
Quiero una rosa sola . 29
Amor que muere por amor nacido . 30
— 45
Estatua temblorosa . 31
Delirio interior .'. 32
Tu rostro lejano . 33
Aquel paseo por el río . 34
El ciervo y la rosa . 36
Una tarde junto al mar . 37
Más allá del olvido . 38
Cuando la luz se oculte . 39
Era un otoño tibio . 40
Este silencio nuestro . 41
Intimo . 42
Atardecer . 43
★
46 —
Este libro se terminó de imprimir
el 27 de agosto de 1963,
en la Tipografía Atlántida
de Francisco Gaál e Hijo
Cuareim 1070 —• Montevideo
Repúblico' Oriental del Uruguay
gico de símbolos superiores y abs¬
tractos del entendimiento, fuente crea¬
dora de energía, del misterio y la pa¬
labra.
XAVIER ABRIL
Mis felicitaciones muy sinceras por su
Heráclito y el pensamiento metafísico.
Lo he leído con verdadero interés,
despacio, y en muchas partes ajus¬
tándome a aquella norma socrática del
«fiEtrrepog atXoüs» tan necesaria
cuando se busca sacar a la superficie,
las capas profundas de un pensamien¬
to! ¡Y en Heráclito! La importan¬
cia de su estudio es evidente. Es un
trabajo que hace honor al país.
DANIEL CASTELLANOS
OVIDIO FERNANDEZ RIOS salu¬
da afectuosamente a su admirado ami¬
go, ilustre Profesor Julio Casal Mu¬
ñoz y vivamente le agradece su no¬
table libro “Heráclito y el pensamien¬
to metafísico”, cuyo estudio sobre el
luminoso filósofo griego coloca su
nombre en los planos de alta jerar¬
quía de las letras y el pensamiento
de América.
Fragmento final de un estudio apa¬
recido en “El Ideal Gallego”, 11|II|
59, de JULIO R. YORDI (De la
Real Academia gallega) : “El estu¬
dio del pensamiento de Heráclito que
desde Diels y Bywater hasta Speng-
ler ha tentado a los más sobresa¬
lientes cultivadores de la filosofía, al¬
canza con el libro de Julio Casal Mu¬
ñoz, el uruguayo coruñés, un amplio
desarrollo que abarca con penetración
profunda y erudición copiosa todos los
aspectos del solitario pensador de Efe-
so, de Heráclito el “oscuro” que va
dejando de serlo merced a 'trabajos
como el citado que dan coherencia a
los apotegmas heraclíteos”.
Sobre
POETICA DE LO ABSOLUTO
De la expresión de lo metafísico al
cántico lírico el tránsito es un "des¬
pegue” que Ud. realiza y que yo co¬
mo su lector he gustado y experimen¬
tado en esta penetrante obra. Por ello
y por la experiencia de estos días,
gracias.
VICENTE ALEIXANDRE, Miraflo-
res, Epaña.
Rigor, disciplina, profundidad, auto-
exigencia. Escritor consciente. Se tra¬
ta de un Jibro logrado, maduro, de
esos que respaldan un nombre en for¬
ma duradera y cimientan sólidamente
un prestigio.
DORA ISELLA RUSSELL.
BIBLIOTECA ALFAR
Fundador: JULIO J. CASAL
Direcíor: JULIO CASAL MUÑOZ
Julio J. Casal — ARBOL
— COLINA DE LA MUSÍCA
Vicente Basso Maglio — LA EXPRESION HEROICA
Eduardo J. Couture — LA COMARCA Y EL MUNDO
Est'ner de Cáceres — CANCION
Dora Isella Russeil — OLEAJE
Juvenal Ortiz Saralegui — FLOR CERRADA
— LÍNEA DEL‘ALEA
— LA RAMA ARDIENTE
Cipriano S. Vitureira — LIBRÓ DE PAUSAS
— PORTINARI EN MONTEVIDEO
Jesualdo — EL HERMANO POLICHINELA
Marynés Casgl Muñoz — CUNA DE RIO
BOSQUE PEQUEÑO
ROSA CEÑIDA
Carlos M. Solari — ALREDEDORES DEL SILENCIO
Paulina Medeiros — FRONDA SUMERGIDA
Gastón Figueira — JUAN RAMON JIMENEZ: POETA DE LO INEFABLE
Ana Enriqueta Terán — PRESENCIA TERRENA
Julio Casal Muñoz — FILOSOFIA GRIEGA
• — FILOSOFIA CRISTIANA
— SER Y MUERtE
— POETICA DE LO ABSOLUTO
—HERACLITO Y EL PENSAMIENTO METAFISICO
Felipe Novoa — VIENTO DESNUDO
Luis A. Caputi — ALMA Y ENCANTO
Alejandro Laureiro — LOS PECHOS NUBLADOS
Josefina Lerena Acevedo de Biixen — A MEDIA VOZ
Elia Gil Salguero — CANTO RECUPERADO
Francisco Alejandro Lanza — HOY, PADRE, ES NAVIDAD
— VIVIR, EXTRAÑA COSA
— BALADA DE LOS FARSANTES
José Lucas — LENGUA DE ESPEJO
Julio Fernández — REFERENCIA AUTOBIOGRAFICA
Rimaelvo Ardoíno — CARLOS GUIDO SPANO: HOMBRE Y POETA
Hyalmar Biixen — LA GUERRA DE LOS DIOSES:
Rodolfo Vera — CUATRO POEMAS PARA UN NOMBRE
Fernández Pelaggio — PANTOMIMA DEL SUEÑO Y LA MUERTE
Gloria Vega de Alba — ISLA
Rafael Casal Muñoz — LA CASA
Wáshington Buño — IMAGINACIONES Y REALIDADES
Mary Rosa Massey de Sburlati — ALBORADA
Gilberto Caetano Fabregat — FORMAS DE LA DIPLOMACIA
Biblioteca Alfar — Dirección:
Los Pinos 2815 — Ruta 102 — Aeropuerto Carrasco
República Oriental del Uruguay